AÑO NUEVO, ORGANIZACIÓN NUEVA

Todos los años vivimos la misma situación, nos levantamos el día uno de enero henchidos de felicidad pues disponemos de un año enterito para estrenar, nuestra mente hace ¨click¨ y al llegar esa fecha comienza a funcionar a toda máquina haciendo planes, proyectando apuntarnos a inglés, a yoga, al gimnasio.

A mi recuerda al colegio cuando estrenábamos cuaderno nuevo y hasta la letra parecía que la hacíamos mejor.

Lo mismo ocurre con la organización, si ya habéis leído alguna de nuestras entradas y sabéis de que va el tema, igual llegado el día uno os planteáis aquello de ¨vida nueva, organización nueva y en cierto sentido casa nueva¨.

Pues bien sin ánimo de desalentaros, si es nuestro deber recordaros que la organización es una carrera de fondo. Empatizad  con el poco a poco y huid de los maratones y los grandes palizones para  organizar en tiempo récord toda la casa.

Si  conviene aprovechar ese espíritu renovador con el que nos levantamos ese día para proyectar la organización o llevar a cabo pequeños logros,  pero si pretender tener todo organizado en un día, semana o mes.

Vamos a partir de dos ideas que deberían ser siempre buenas compañeras en el camino de la organización:

La organización no se acaba nunca.

Siempre hay algo más que organizar. Y lo que hemos organizado, os aseguro, que lo volveréis a organizar una y otra vez porque la vida cambia, cambian nuestros gustos y también nuestras necesidades.

La organización es un hábito.

Y como tal, se debe conseguir con tiempo, aprendizaje y adquisición de habilidades.

Os recomendamos que no os tiréis a la piscina sin ello, ya que probablemente estaréis a punto de ahogaros rodeados de un montón de cosas y la incertidumbre de qué hacer con ellas, y cuando os salven no querréis volver a oír ni por asomo, nada que tenga que ver con la organización.

Es un hecho cierto que dentro de la Navidad hay dos momentos clave que invitan a organizar:

A) El uno de enero

El uno de enero es más bien el día los propósitos, el día en que decidimos que a partir de ese fecha nada será igual en nuestro cuerpo, en nuestra vida y en nuestra casa.

Y está bien, aunque todos tengamos en mente que en más de un 80% nuestros planes pincharán antes de la primavera.

Pero hay que ser positivo y aprovechar ese tirón para planificar con mucha calma la organización, pero no de toda la casa, sino centrarnos en cosas concretas, en sitios determinados, en aquello que veáis que pide una organización a gritos, o simplemente que prioricéis porque os apetezca empezar por ahí.

Es probar un poquito del pastel para paladearlo y si os gusta seguir adelante, pero como intentéis comeros el pastel de una sola tacada probablemente os siente falta y no lo queráis volver a comerlo en la vida.

Pensad además que aún no habéis marcado una estrategia: ordenar por estancias, por objetos, por muebles, planificar los tiempos, implicar al resto de la familia y un largo etcétera.

El tirón revitalizador del nuevo año lo tienes tú , pero tal vez tu pareja, tus hijos o tu hermana no lo tenga, así que empieza con algo más personal, más tuyo, que puedas colocar y recolocar las veces que quieras y no empantane el resto de la casa, ni a la gente que cohabita en ella.

Planifica antes de lanzarte a la aventura pero si eres de los que no piensas y te tiras de cabeza, adelante, si bien es cierto que no es la mejor estrategia, a veces lo improvisado sale mejor que lo planificado y si queda bien os puede incentivar, ¡y de que modo!, para continuar el camino.

Elige por ejemplo, el cajón de los collares, el cestito de ropa interior o un cajón de la cocina, pero no te empantanes los primeros días de enero con una organización integral de tu casa.

Una opción muy buena es utilizar el tirón solo para planificar, para idear tu hogar perfecto, como te gustaría que fuere tu hogar, donde crees que deberían descansar tus objetos. Igual para los reyes magos podemos pedir una agenda chula y dedicar los días de vacaciones a tumbarnos calentitos en el sofá y hacer planes de organización.

La organización siempre necesita una cierta planificación.

Y recalcamos lo de cierta, porque hay gente que si planifica demasiado se abruma con los planes y otra que de tanto planificar se deshincha y acaba por no hacer nada.

Planificar la organización tiene tres pasos:

Que método vamos a utilizar

A lo largo de sucesivas entradas hablaremos de los famosos métodos. Nosotras tenemos el más infalible de todos, ¿sabéis cual es?:  El vuestro.

Aprenderemos que la persona no se adapta al método, el método se debe adaptar a la persona.

Será un método que contemple vuestros gustos, personalidad, circunstancias personales, contexto de vuestra vida, espacio y economía.

No hay dos métodos iguales como no hay dos personas iguales, y eso es para nosotras lo más importante en la organización.

Qué vamos a organizar.

  • Estancias
  • Objetos
  • Mobiliario

También hablaremos en distintas entradas de los pros y contras a la hora de decidir que organizamos.

Plazos de organización

Analizaremos los distintos plazos y el porqué de su conveniencia en función de distintas variables.

Que recipientes, contenedores y objetos vamos a utilizar para nuestra organización, teniendo en cuenta su tamaño, su versatilidad y el tipo de material.

Como veis queda mucho por hacer y un buen consejo es coger nuestra agenda o mejor una libretita en blanco, sentarse plácidamente con un chocolate, té o café y dedicarnos a garabatearla pensando en todas variables, mientras leéis nuestras entradas y os vais haciendo una idea de en qué consiste la organización.

B) El día que quitamos la decoración navideña.

También puede parecer un buen día para empezar a organizar, tal vez  eso sea un error.

Previamente hemos quitado nuestros adornos del día a día, hemos movido muebles, para la decoración navideña y ahora al quitarla quedan espacios vacios, muebles en blanco que invitan a experimentar, a colocar, en definitiva a organizar.

Esto es un error quitároslo de la cabeza y os decimos porque.

  • Es normal que vuestra mente sufra un bajón: se acaban las navidades por ende las vacaciones y por delante tenemos meses y meses de vida ordinaria. Así que no tenemos la mente en condiciones para planificar nada.
  • Nuestro tiempo se reduce al volver al trabajo, al colegio, a nuestras obligaciones diarias y organizar llevar tiempo y mucha paciencia.
  • Aunque veamos superficies y estancias vacías tened en cuenta que vuestros adornos diarios y muebles movidos tienen un retorno y han de volver a su sitio original o si lo preferís a otro, pero el caso es que han de volver y tal vez, ocupen su espacio temporal los adornos de Navidad guardados.

Si queremos comenzar a organizar un buen paso sería comenzar con la decoración navideña, os remitimos a nuestra entrada http://organizando-la-navidad, donde podéis encontrar ideas y sugerencias para planificar y organizar todo.

Tiempo de organización

La organización se puede hacer en cualquier estación, mes o día ya que depende de vosotros.

Pero por experiencia os diremos que hay épocas que suelen resultar más aconsejables o desaconsejables para llevarlas a cabo.

Estaciones del año

Verano:

 Todos tenemos puesta la mirada en nuestras ansiadas vacaciones para hacer todo aquello que no hemos hecho durante el año, por falta de tiempo y estar tremendamente agotados con nuestro azaroso día a día.

Mala idea, ahora hablaremos de las vacaciones, en cualquier época del año y veremos que no suelen ser las fechas más propicias para ponernos manos a la obra.

Permitidnos una obviedad, en verano hace mucho calor, y el calor no da ánimos, ni ganas de ponernos a mover, colocar, llevar de un lado a otro, acabareis sudados y con la mente divagando a causa de las altas temperaturas.

En verano reducimos la ropa que llevamos puesta a la mínima expresión y eso pasa también con nuestra casa, parece que si la vemos recargada da calor, te entran ganas de arramblar con todo y dejarla ligera de objetos  y adornos. Eso está  bien pero cuidado que el ansia de tirar tiene sus desventajas y hacer irrecuperables.

Invierno

Demasiado frio y demasiadas cosas en casa que la abrigan pero quizá la saturen, aunque en esta época no nos estorbe demasiado su presencia. El frío nos ralentiza, nos aletarga, nos empereza  y nos puede conducir a una organización más hogareña pero poco práctica.

Por  contra, el frío nos hace estar más en casa, no apetece salir y es buen momento para pasar largos ratos en nuestro hogar organizando.  Si nos asomamos a la ventana, las tardes enseguida son noches pero no es hora de cenar y menos de irnos a la cama y de repente, nos encontramos con un montón de horas para organizar nuestro hogar.

Según nuestra personalidad y el ¨tiempo de hibernación que nos pida nuestro cuerpo¨, el invierno podría ser una opción para organizar nuestro hogar.

Primavera y otoño

Los momentos ideales, casi para todo. Nuestro cuerpo se revitaliza cansado del frío o del calor.

Es la época mejor para planificar de todo (mejor que año nuevo, creedme), tenemos un tiempo que cambia, una hora que cambia, nuestras rutinas suelen cambiar en función de ello, y el cambio llama al cambio, sin duda un buen momento para la organización.

En estas estaciones cambiamos el tipo de ropa, por lo que tenemos que mover cajas, volver a organizar los armarios, el tipo de almacenaje.

Si la economía lo permite, solemos hacer alguna compra de mobiliario, de ropa de casa, jugamos con los colores de nuestra decoración.

En fin, época de cambios sin duda.

Periodos de descanso: vacaciones, puentes y findes.

En términos generales prohibido organizar.

Nueva premisa para vuestra mochila de la organización:

Vacaciones = descanso

A menos que seáis unos fanáticos de la organización y cada vez que tengáis dos minutos de asueto os dediquéis a organizar lo que sea (ejem…no me doy por aludida), porque es vuestra forma de descansar y desconectar de todo, está prohibido organizar.

Las vacaciones y los puentes están hechos para hacer lo que no podemos hacer el resto del tiempo: viajar, dormir,  estar con los nuestros, escribir un libro, hacer una maratón de series o simplemente tumbarnos a la bartola y mirar el techo.

Los fines de semana, con mayor razón aun, si nos pegamos la paliza llegaremos al lunes necesitando un fin de semana para descansar del fin de semana.

Llegados a este punto os preguntareis:

Si entre semana con mis ocupaciones diarias no tengo tiempo para organizar y en época de descanso esta prohibido por el Caracol, ¿Cuándo organizo?

Cuando queráis.

Cuando os apetezca.

Cuando os pique el gusanillo, o más bien en este caso, el caracolillo de la organización.

Aprovechad los tiempos de descanso para planificar, porque nuestra mente está más tranquila y por tanto, más activa y sobre todo, más creativa.

No tenéis prisa, no os marquéis plazos, marcaros prioridades, apetencias, necesidades.

  • Si un día vais por la calle y veis en un escaparate una caja maravillosa donde visualizáis vuestros collares, igual ha llegado el momento de organizar vuestro cajón de abalorios.
  • Si un día haciendo una tarta os dais cuenta que cada ingrediente está en una esquina de la cocina y os supone un auténtico caos, quizá ha llegado el momento de organizar la cocina y cambiar vuestro método de almacenaje.
  • Si un día vais a casa de una amiga y os quedais fascinadas con su método de guardar ropa, quizá ha llegado el momento de poneros manos a la obra con vuestro armario.

Como veis todo tiene que fluir, no, no somos profesoras de yoga, pero de organización entendemos un poquito, y os podemos asegurar que las macro organizaciones, los maratones de ¨organice su casa en tres días¨ y el lema ponte a organizar y hasta que no lo tengas todo organizado no pares, suelen tener resultados desastrosos e igual acabáis extenuados en un hotel porque en vuestra casa no se puede ni transitar.

En resumen:

La organización es planificación aderezada con momentos de espontaneidad por una inspiración repentina o una creatividad inesperada.

Un comentario en “AÑO NUEVO, ORGANIZACIÓN NUEVA

  1. Me encantan vuestras entradas. Empezaré a poner en práctica vuestras sugerencias ahora que voy a cambiarme de casa y me veo como un caracol con la casa a cuestas, eso sí procuraré ser un caracol organizado😉

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