LAS ESTACIONES DE LA ROPA (III): Organizar por bloques

Cuando organizamos la ropa de temporada tendemos a basar nuestro criterio en los dos grandes cambios de temperatura: frío y calor, (verano/invierno).

A partir de mediados de abril y en adelante solemos hipotecar un par de fines de semana (como poco) o algún que otro puente para dejar liquidado nuestro ¨cambio de armario¨. Y más o menos en el mes de octubre hacemos la misma operación a la inversa.

Por tanto, tenemos dos ¨cambios de armario¨ al año y también dos bloques de ropa al año: frío y calor.

En las dos entradas anteriores de esta serie: LAS ESTACIONES DE LA ROPA (I): Fallos que se suelen cometer con el cambio de temporada. y LAS ESTACIONES DE LA ROPA (II): Consecuencias de los fallos en el cambio de ropa de temporada. hemos estudiado en profundidad cuales son los fallos más comunes que se cometen con el cambio de ropa de temporada y los nefastos resultados que acarrean.

En esta entrada vamos a hablar de un método que deje atrás el que habéis venido utilizando hasta la fecha.

Nos vamos a centrar en las cuatro estaciones del año y obviamente en la temperatura de cada una de ellas. Si bien es cierto que no todo el mundo lo podrá aplicar de la misma manera, ya que según la zona donde residáis la temperatura de algunas estaciones no variara demasiado y la ropa a utilizar será bastante similar, por ejemplo en las Islas Canarias. De ahí que siempre, sin ánimo de parecer pesadas, os recordemos que no hay un sólo método porque no hay una sola persona:

A cada persona su organización

Empecemos sin más dilación:

En primer lugar hagamos cuatro montones de ropa según cada estación del año:

  • Ropa de verano
  • Ropa de invierno
  • Ropa de primavera
  • Ropa de otoño

Tres matices:

Vamos a llamar a la ropa que solemos utilizar en primavera y otoño: ropa de entretiempo.

Hay personas que en ambas estaciones utilizan la misma ropa de entretiempo y sin embargo otras, por los colores o estilos, optan por prendas diferentes.

  • En el primer caso limitaríamos entonces nuestros grupos de prendas a tres: verano, invierno y entretiempo.
  • En el segundo caso continuaríamos con cuatro bloques de prendas.

Durante toda la entrada, por simplificar, hablaremos de una caja por cada uno de los distintos bloques que vayamos formando, obviamente habrá personas que tengan más ropa y tengan que añadir dos, tres o las cajas que necesiten por cada bloque.

En todo caso, cuando tratemos por separado cada uno de los bloques daremos ideas de almacenamiento y no necesariamente éste será en cajas, por tanto y como siempre, nosotras daremos unas pinceladas pero os toca a vosotr@s completar el cuadro de acuerdo a vuestras necesidades.

La ropa de dormir:

Se puede reservar una sola caja para este tipo de ropa y no es mala idea, ya que si la tenemos siempre a mano, podemos disponer de las prendas adecuadas en función de los cambios repentinos de temperatura. Nosotras vamos optar por incluirla en cada uno de los bloques, pero si se dispone de espacio, no descartéis hacer un solo bloque para guardarlas en una misma caja y tener siempre a punto la prenda necesaria.

De estos cuatro montones de ropa, (tres si usamos la misma ropa de entretiempo), vamos a coger los correspondientes a las estaciones de verano e invierno para dividirlos a su vez en dos montones más cada uno.

¿Por qué ?

Porque ahora si que nos vamos a basar en la temperatura:

  • Más o menos frío en invierno
  • Más o menos calor en verano.

Es cierto, y lo veremos al analizar cada bloque, que habrá prendas que pueden encajar por ejemplo tanto en el bloque de menos calor como en el bloque de entretiempo, aquí será labor vuestra decidir si ambos bloques coinciden, simplificando el almacenaje y puesta a disposición en una sola caja. E igualmente podría ocurrir con el entretiempo de otoño y el bloque de menos frío de invierno.

En todo caso, si la forma de almacenar es la correcta tener más bloques facilitará la labor del cambio de armario, ya que el volumen de ropa que tenéis que mover es menor y también os será mas útil para hacer un inventario de lo que disponéis y de lo carecéis en cada temporada.

El trabajo puede parecer arduo al principio ya que vuestra labor de ¨cambio de armario¨, se duplica en bloques (incluso triplica si optáis por separar la ropa de dormir), pero una vez hecho, os va a facilitar las cosas, ya que el volumen de ropa habrá disminuido considerablemente y siempre tendréis a vuestra disposición la prenda adecuada a cada temporada.

En la próxima entrada vamos a tratar en profundidad cada uno estos cuatro/tres bloques de ropa que hemos formado:

  • Que tipo de prenda lo conforman
  • Donde guardarlo
  • Como organizar su almacenamiento

Y finalmente hablaremos de la ropa de retén, que nunca debe faltar en vuestro armario.

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar