ORGANIZAR EL BAÑO: LOS LAVABOS (PARTE I)

Organizar nuestro baño es una labor que debemos realizar por fases, ya que son múltiples y diversos los objetos que solemos guardar en esta estancia, sobre todo cuando nuestra casa es pequeña y no nos queda más remedio que destinar parte del mismo al almacenaje de algunos que estrictamente no están relacionados (productos de limpieza, para hacer la colada, medicamentos…).

En esta entrada nos vamos a centrar, única y exclusivamente en el  lavabo  y en los objetos y muebles relacionados con él.

Dado que es un tema extenso y para no cargar demasiado la entrada, hemos decidido dividirlo en dos partes: en la primera nos centraremos en los objetos y en la segunda abordaremos las distintas formas de almacenaje y los factores a tener en cuenta para tomar una decisión.

Comencemos con un sencillo ejemplo y dos preguntas:

Sois invitados a una casa y os tenéis que lavar las manos en el lavabo del cuarto de baño,  pensad:

  • ¿Qué os gustaría encontrar?
  • ¿Qué no os gustaría encontrar?

Ahora volvamos a nuestro baño porque vamos a tunear una célebre frase:

No dejes que lo demás encuentren, lo que no te gustaría encontrar a ti.
Y es que tu lavabo será agradable para los demás, si lo es para ti.

Recuerda una de nuestras premisas:

No organices tu casa pensando que es lo que verán los demás, hazlo para que te agrade y te guste a ti, entonces a ellos también les gustará.

Satélites del baño:

Vamos a desglosar cuales son los objetos que siempre van a estar cerca del  lavabo, porque requieren el uso del mismo:

  • Todo lo referido a nuestra boca: cepillo, vaso, hilo dental, colutorio, recipiente para el aparato, irrigadores bucales…
  • Cepillo para las uñas
  • Jabón para las manos
  • Set de afeitar: cuchilla, gel, recortador…

Estos son en líneas generales los objetos relacionados directamente con el lavabo, (recordad que no es exhaustiva , cada uno añadirá aquellos que crea necesarios), por tanto todos los objetos que no se encuentren en nuestra lista, deberán ser almacenados en otro lugar del baño u otra estancia..

Aquí nos vamos a encontrar con un  problema:

Aquellos objetos que sin ser satélites del lavabo solemos tener cerca, porque necesitamos para su uso el espejo que lo preside.

  • El cepillo y peine del pelo
  • Las pinzas
  •  Las tijeras de baño
  • Aun nos quedarían muchos por enumerar.

Si bien es cierto que requieren el espejo, no están relacionados directamente con las funciones del lavabo y por ello deberíamos buscarles otra ubicación de almacenaje, aunque luego para usarlos nos situemos delante para vernos.

Jabón de manos:

Es un objeto que siempre va a estar presente en el lavabo y que por lógica, no vamos a buscarle otro emplazamiento que no sea cerca del grifo y la pila del lavabo.

Hay muchas opciones que ya dejamos al gusto de cada uno y que dependerán de si utilizamos jabón líquido o pastilla.

Hay mucha gente que le gusta utilizar pastillas de jabón: por el olor, el tacto, una reminiscencia a las casas de sus familiares pasados,  por mil razones.  Nuestro consejo es que esta práctica la hagamos, siempre y cuando el uso del lavabo sea personal,  es decir, si se prevé que más gente (otros convivientes, invitados…) van a utilizar el lavabo, es recomendable usar un dosificador de jabón líquido o en gel, por una razón de higiene.

Podemos dejar directamente a la vista el envase que contiene el  jabón (cada vez los acabados son más originales y en el caso de los peques suelen ser muy atractivos para invitarles a lavarse las  manos y vayan cogiendo el hábito), o bien volcar el mismo (con mucha paciencia o un embudo pequeño, muy práctico para estos menesteres), en un dosificador de jabón.

En cuanto a los materiales de los dosificadores hay muchos, nosotras ya sabéis que intentamos ser respetuosas con el medio ambiente (siempre que el bolsillo lo permita) y también con nuestra salud y os recomendamos materiales sostenibles y en la medida de lo posible huir de los plásticos.

A la hora de elegir el material también es importante tener en cuenta que constantemente van a estar en contacto con el agua, por eso es recomendable que repelen la humedad y eviten la generación de gérmenes y bacterias.

Cepillo de uñas:

Es un útil de higiene personal e intransferible, por tanto solo debería estar en el baño si su uso es exclusivamente nuestro, en el caso de que el baño sea compartido deberá estar completamente diferenciado, por ejemplo por colores para evitar confusiones. 

En el caso de de que contemos con un único baño siendo de uso también para las visitas, deberíamos de retirarlo en esas ocasiones, ya que los objetos  de uso personal por motivos de higiene, pero también de cortesía, no deberían quedar a la vista.

El resto del tiempo podemos buscar una bandejita para depositarlo encima y evitar así que estén en contacto permanente con la humedad.

Existen soportes para acomodar tanto el dosificador de jabón como el cepillo de uñas, que facilitan la limpieza y el orden de nuestro lavabo.

Cepillo de dientes y accesorios:

El cepillo de dientes no es un objeto que necesariamente tenga que estar sobre el lavabo. Los cepillos de dientes con el uso se van poniendo feos, no siempre los aclaramos a la perfección y por ello, no son una vista muy agradable, que digamos, en nuestro lavabo.

Nuestra recomendación es esconderlos de la vista sin alejarlos demasiado del lavabo, ya que es aquí donde los vamos a dar uso.

Más adelante y en función de varios factores, estudiaremos  donde podemos guardarlos, pero en líneas generales lo ideal sería en un cajón del mueble del baño (vertical en vaso, horizontal en una bandejita, según la altura), o si no tenemos otra opción, en un neceser.

Los cepillos de dientes suelen tener unas caperuzas para taparlos, no quedando a la vista las cerdas de los mismos, pero es mejor que se sequen al aire para evitar que queden húmedos y sean susceptibles de gérmenes y bacterias.

Por tanto, si optáis por guardarlos sería interesante que durante un rato los dejarais secar al aire para que pierdan la humedad del todo.

Accesorios de afeitar:

Estos elementos, siempre deberían estar  escondidos a la vista por dos razones:

Son objetos muy personales.

Si tenéis peques en casa, suponen un riesgo  para ellos, que a toda costa debemos evitar.

Lo más acertado en este caso, es buscar una cesta o una caja (no necesariamente tiene que ser cerrada),  e incluir todos los elementos en su interior.

Evitaremos colocarlos, en la medida de lo posible, en el lavabo o encimera, guardándolos en un cajón o una repisa (en este caso, ya que van a quedar al descubierto, intentad utilizar una caja o cesta alta que no permita ver el contenido).

Hasta aquí la lista de los objetos satélites del lavabo, como veréis no es exhaustiva, cada uno puede añadir aquellos que piense que son necesarios e interactúen con el agua. Ahora es vuestro turno para razonar y decidir dónde y cómo lo vais a organizar.

¡No os perdáis la siguiente entrada sobre este tema tan interesante: Organizar baños: Lavabo (II parte)!

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