ORGANIZACIÓN EN LA VUELTA AL COLE

Sabemos que organizar la vuelta al cole no es nada sencillo: encajar horarios, comprar libros y uniformes, reestablecer las rutinas en casa, elegir extraescolares, ¡estudiar!..

Nos tememos que en estas cuestiones desde El Caracol poco o nada podemos hacer para ayudaros, pero si con otro tipo de organización en la vuelta al cole, que aún no siendo a priori la más importante en estos primeros momentos de caos, os puede servir de apoyo en el mantenimiento de vuestro hogar y en la distribución del tiempo y rutinas diarias.

Centrémonos en la habitación de vuestros hijos, aunque después cada persona tendrá que extrapolarlo a la organización de su hogar, según la distribución de espacios que tenga establecida.

Durante los meses de verano: la ropa informal, los juguetes, los libros de ocio, los utensilios de hobbies han campado por la habitación, con mayor o menor orden, pero sin necesidad de verse abocados a coexistir con otro tipo de prendas u objetos.

Llega septiembre y como si de un tsunami se tratara: la ropa, los libros, los materiales se multiplican o triplican y ¡de repente! todo es un caos. ¿Cómo actuamos?, ¿Cuál es la solución?

Como siempre decimos en estos casos, procedamos a sentarnos tranquilamente en nuestro sofá más mullido, con una buena taza de café, té o chocolate caliente. Respiremos de forma pausada hasta lograr limpiar nuestra mente de todo caos y agobio.

La habitación de nuestros hijos puede esperar, lo primero para lograr una eficiente organización es tomarnos todo el tiempo del mundo, consiguiendo la suficiente serenidad para que nuestro cometido sea un triunfo y salgamos airosos de la organización de la vuelta al cole.

Hagámonos unas preguntas clave y tratemos de contestarlas de forma clara y concisa, para tener la respuesta adecuada a como proceder en esta organización.

Sigamos un orden en el planteamiento de los distintos interrogantes, para dotar de lógica la estructura de nuestro método.

En el periodo lectivo surgen una serie de necesidades espaciales que requieren de todo nuestro ingenio para poder cubrirlas.

Necesidad de almacenamiento:

Tanto si nuestros hijos llevan uniforme como ropa de calle, estas prendas no suelen ser iguales a las del día a día, por tanto, exigen un hueco extra en armarios y cajones.

Libros, material escolar, pelotas, raquetas, mochilas…la vuelta al cole lleva aparejada una gran lista de objetos y accesorios que piden tener su propio espacio en la habitación.

Necesidad de espacio para estudiar:

Hasta ahora la habitación era un campo de batalla para jugar, leer, escuchar o practicar música, compartir espacio con los amigos…ahora necesitamos de forma imperiosa hacer hueco a la concentración y el estudio.

Ya tenemos respuesta al porqué.
Necesitan convivir en la habitación de nuestros hijos dos mundos:
el lectivo y el lúdico.

Pues bien, seamos prácticos y establezcamos dos primeras pautas a seguir:

1.Los dos mundos (lectivo y lúdico), han de coexistir, eso significa que ninguno de los dos debe desaparecer por completo.

Hay padres que ven aquí la oportunidad de oro para deshacerse de los juguetes y que su hijo cambie de etapa, pues bien, esa actitud está prohibida por dos razones:

  • 1º los juguetes son de los hijos no de los padres, por tanto, éstos no tienen derecho a decidir sobre el destino de los mismos sin contar con la previa decisión (y decimos decisión no sumisión), de los hijos.
  • 2º El momento de transformación y cambio de etapa de los hijos no lo deciden los padres, ni siquiera los hijos, sino la naturaleza (que es sabia), por tanto, será el tiempo quien decida el momento en que los hijos pierdan el interés por jugar y les lleve por otros derroteros. Los padres no deberían influir en esta decisión, ya que será un error que hará que los hijos maduren antes de tiempo y sin las suficientes armas para defenderse todavía de los vaivenes de la vida.

Así pues dejemos jugar a nuestros hijos, pues esta etapa es única y probablemente la más maravillosa en sus vidas.

Os recomendamos nuestra entrada LA INVASIÓN DE LOS JUGUETES donde tratamos este tema a fondo.

2 Dado que nuestro espacio es limitado, tendremos que priorizar entre los distintos intereses de nuestros hijos:

Esta labor será ardua y complicada ya que todo no puede estar ahí, en primera línea de fuego. Tendremos que estructurar una organización de su espacio que les permita tener a mano sus útiles escolares, pero sin perder de vista su mundo lúdico. Ahora bien, esto requerirá un establecer un porcentaje de tiempo de uso para dar prioridad a una y otra cosa.

Dependiendo de la edad y curso escolar en que se encuentre tendremos distintas variables:

  • Si cursa estudios bajos su porcentaje de juego será superior al tiempo de estudio y esta relación se ira invirtiendo conforme vaya cumpliendo años y subiendo cursos.
  • Si ya se encuentra en cursos de mayor dificultad su porcentaje de estudio será mayor, por ejemplo un 75% y el tiempo para jugar y disfrutar de sus cosas será de un 25%.

Esto ya nos da una pauta de como proceder en la organización del espacio, tanto para colocar todos su útiles como para poder desarrollar su tiempo de estudio y de juego.

Ya hemos dejado bastante claro que los protagonistas de esta organización son nuestros hijos.

Y no solamente cuando ya son adolescentes, con la voz más alta para establecer sus prioridades, los peques de la casa también tienen mucho que decir y nos sorprenderá gratamente descubrir, que su capacidad de decisión y buen juicio es muy superior de la que a priori podríamos pensar.

Planifiquemos para llevar a cabo la organización de la vuelta al cole juntos. Oigamos sus opiniones, prioricemos sus preferencias y solo en aquellos casos en que sus ideas sean imposibles de llevar a cabo, pero por una razón real y objetiva, (y no porque no cuadren con nuestro punto de vista o gustos), se lo haremos ver buscando soluciones constructivas para ello.

Aprovechemos este tiempo para disfrutar, que no discutir, con nuestros hijos. Será una gran oportunidad para conocerles mejor, y por qué no, para que ellos nos conozcan a nosotros. Para ellos este es un momento especial en sus vidas, una mezcla de emoción por lo desconocido (nuevos profes, compañeros, un curso entero por delante) pero también de miedo y nervios por todo lo que se avecina y también por lo que se espera de él.

Hagamos de su habitación su refugio, un lugar donde encuentre la serenidad para estudiar, pero también para reencontrarse con sus cosas cuando vuelve cansado del colegio y necesita desconectar.

Las paredes piden poco y dan mucho, hagamos un uso creativo de ellas.

Que nos os entre la neura por la pared recién pintada o por la falta de estética y de armonía. ¿A ellos les gusta?, pues entonces a vosotros también.

A veces cosas que a priori nos pueden parecer simples, como colgar un poster de su personaje favorito o un collage de fotos del verano para recordarle su tiempo de descanso y relax, bastan para lograr un ambiente propicio para sus necesidades.

Colgar las medallas de sus logros deportivos les incentiva a seguir adelante y conseguir mucho más.

Ya en el plano del estudio podemos utilizar las paredes en tres sentidos:

Animadles o ayudadles a confeccionar un horario chulo de clases con colores, pegatinas…así matamos dos pájaros de un tiro, por un lado, ven el cole desde un punto de vista más colorido y divertido y por otro lado, sabrán que libros y cuadernos hay que meter cada día en la mochila, contribuyendo así a minorar el estrés matutino diario de salida de casa rumbo al cole y al trabajo.

¡Cuidado con los famosos planificadores del quehacer diario! muchos padres animan a sus hijos o directamente hacen ellos un planificador del día a día con todas sus actividades y los quehaceres diarios. Esto puede ser muy útil como guía para los peques, pero también un motivo de estrés constante, cada día marca su propio ritmo y hay mil condicionantes que hacen que sea especial e irrepetible, los peques tampoco están igual de receptivos todos los días por tanto, no es mala idea darles responsabilidades pero en función ¨del peso y el color del día¨.

Se han puesto de moda los tablones multiusos de pared, ocupan poco espacio, son versátiles y ayudan a solventar en gran medida la falta de superficie de las meses de estudio. Es divertido tunearlos para guardar parte del material escolar. Suelen ser bastante económicos, pero los más manitas pueden ahorrarse este gasto y fabricar ellos mismos los paneles, sólo se necesita un poquito de tiempo, ingenio y creatividad.

La pared nos permite anclar estanterías, que de otro modo nos restarían espacio para circular y colocar el resto de mobiliario que necesariamente necesita ir sujeto al suelo.

Tomad vuestro tiempo para observar las paredes y pensar donde podéis anclar una o varias estanterías.

Varias pautas:

  • Las estanterías tienen que estar a una altura cómoda para vuestros hijos. Qué les permita interactuar con ellas, ya que constantemente las utilizarán para coger y depositar libros y cuadernos.
  • Las estanterías son un peligro potencial cuando se convierten en un pozo sin fondo, os pedimos disculpas por el término que vamos a utilizar, pero seguro que nos daréis la razón si las denominamos:¨posa mierdas¨, reiteramos nuestras disculpas pero, ¿verdad que tenemos razón?, y si no seguid este razonamiento lógico: abro la mochila, tengo un objeto indeterminado (paquete de pañuelos, de chicles, un sobre, un cromo, una figurita que me ha venido en una chocolatina, un regalo de cumple que nos han dado en el cole….), no se donde va y no tengo tiempo, ¿Dónde lo dejo ¨momentáneamente¨? Acertasteis, en la estantería.
  • Hay rincones, esquinas, zonas de la pared que ¨a priori¨ no aportan nada, y sin embargo, bien planteadas, colocar estanterías ahí pueden ser gran utilidad.
  • No necesariamente tienen que ser kilométricas, a veces son más útiles y quedan mejor varias estanterías colocadas en distintas alturas.

Mesa de estudio:

Es fundamental, aunque somos conscientes que no siempre se puede tener como y donde quisiéramos.

Lo ideal es tener la mesa de estudio en la propia habitación pero a veces esto no puede ser, por falta de espacio o por tener que compartirla.

En estos casos podemos anclar a la pared una mesa o simplemente un tablero plegable, si no hay espacio en su habitación tal vez en el salón buscaremos un lugar tranquilo, apartado y con luz acoplando el tablero a la pared. Si nuestro salón es pequeño podemos ponerlo detrás de la mesa del comedor, de un sillón o incluso detrás de la puerta.

El tiempo de estudio habremos de ser respetuosos con el peque, renunciaremos a la tele, a la bulla en el comedor y trataremos que encuentre su remanso de paz para estudiar.

Cajoneras

Las cajoneras son también un buen recurso para almacenar pero si ya nos conocéis un poco, habréis de saber que no son santo de nuestra devoción.

Situar las cosas unas encima de otras en un cajón no es almacenar, es amontonar. Y los montones restan utilidad.

Si no nos queda otra, armaremos montones concretos y uniformes, sin mezclar. Y el material suelto en cajas de almacenaje para que no baile en el cajón.

Huid de las cajas y cajones profundos tanto en sentido vertical como horizontal, cuando son así parecen auténticas plantas carnívoras dispuestas a comerse nuestro material y hacerlo desaparecer durante largo tiempo.

Mochilas y carteras

A veces las mochilas parecen un barco a la deriva durante todo el periodo escolar.

Pueden aparecer en los sitios más inhóspitos y desparecer en los momentos mas inoportunos.

Necesitamos desde el primer día establecer un punto fijo para colocarla.

Si tenemos un vestíbulo amplio, un mueble o armario para depositar los accesorios cuando entramos en casa, podría parecer un buen sitio. Pero no lo es, porque los peques van a estar acudiendo de forma constante a coger y dejar libros, a excarvar en su interior buscando una regla desaparecida o unas hojas arrugadas en su fondo con contenido valioso.

No es nada práctico.

La habitación sería el lugar ideal. Observad la habitación para encontrar posibilidades:

  • En un hueco dentro del armario
  • Debajo del escritorio o de la cama
  • Disimulada tras los visillos
  • Detrás de la puerta
  • Entre la cama y la pared…

Ropa

La ropa escolar, necesariamente tendrá que convivir con el resto de ropa, bien en el armario o bien en la cómoda.

Su vida semanal es muy rutinaria: poner por la mañana, quitar, y guardar hasta el día siguiente al regresar de la escuela.

Es una buena oportunidad para que el peque aprenda a gestionar su ropa y para ello, bueno y para todos, las perchas serán sus mejores aliadas.

  • Porque es más fácil enseñar a colgar que a doblar.
  • Porque son prendas que tienen varias puestas a lo largo de la semana y las arrugas son nuestro peor enemigo.
  • Porque implica menos tiempo y por ello, será más fácil que lo hagan mejor que si tienen que emplear más minutos en doblar.
  • Porque las prendas necesitaran orearse y colgadas en una percha pueden hacerlo.

Destinad un lugar de la barra para la ropa escolar:

  • Si es uniforme perfecto porque no habrá motivo de confusión.
  • Si es ropa de calle muchas veces se confundirá con el resto de ropa, es labor vuestra enseñarles a planificarse la semana, elegir que prendas van a utilizar y separarlas en un espacio designado específicamente para ello.

En el cajón haremos lo mismo con las medias, calcetines y leotardos, un lugar específico para ello, sin confundirlos con el resto de accesorios.

Para las más coquetas de la casa podemos preparar una pequeña cesta en el baño o en la habitación con sus accesorios especiales para el cole: gomas, diademas , pulseras… les hará sentir únicas y evitaremos el riesgos que anden por la casa sin ubicación fija.

Para organizar la ropa igual que hemos hecho para el resto de objetos y accesorios tenéis que echar mano de los porcentajes.

¿Qué porcentaje de tiempo semanal pasa en el cole?

  • ¿Qué porcentaje de tiempo pasa en casa por las tardes estudiando o jugando en casa?
  • ¿Qué porcentaje de tiempo es para salir a la calle?

Durante el periodo lectivo nos volvemos mas caseros, por el clima y por falta de tiempo para otras actividades. Por tanto, su ropa se va a circunscribir básicamente al cole, a practicar deportes y a estar en casa. Esto nos dará la idea de que tipo de ropa necesita más y qué tipo menos, y como podemos organizar nuestros armario en base a estas necesidades.

Recordad los movimientos de prendas que haremos (o mejor hará) durante el periodo lectivo:

  • Por la mañana cogemos de la percha y nos vestimos.
  • Al regreso nos quitamos la ropa escolar y la dejamos colgada en una percha durante un rato para que ventile, (por ejemplo detrás de la puerta en un colgador, colgado al pomo de la puerta o en la cuerda de tender).
  • Finalmente, la prenda volverá con su percha a ser colgada en la parte del armario designada para ello. Cuando sea necesario su paso por la lavadora descolgaremos la ropa dejando la percha colgada al principio del armario, y una vez lavada volverá a ser colgada en su percha para su planchado o para su guardado si no es necesario.

Lo ideal sería planificar la organización de la vuelta al cole antes de comenzarlo. Porque ellos tienen más tiempo y probablemente nosotros también.

Ahora bien, ¿es el mejor momento anímico para hacerlo?, nos tememos que no.

Cuando estamos acabando las vacaciones y nos quedan pocos días los queremos aprovechar a tope para descansar, tomar fuerzas y hacer todo aquello que nuestra jornada laboral no nos deja hacer.

Pues a los peques (y no tan peques), les pasa lo mismo. De lo que menos querrán oír hablar es de libros, colegio y mochilas. Estarán nerviosos y enfadados porque se les acaba el chollo de levantarse tarde y llevar una vida tranquila y sin preocupaciones, de modo que si les planteáis el tema de la organización lo harán de mala gana con lo que no conseguiréis más que enfados y aguarles los últimos días de descanso.

Sabemos que nos vais a plantear el hecho de que los libros ya están comprados, la mochila y la ropa empieza a ocupar un espacio y el tiempo después será más apremiante.

Bien, por una vez haced un brindis al desorden, apartad las cosas en un rincón y tomadlo con calma.

Cuándo empiecen el colegio estarán mas receptivos, todo les parecerá nuevo, habrán dejado atrás de forma definitiva la piscina y el verano.

Como todo aquel que empieza algo nuevo, tendrán un montón de ideas, de iniciativas y estará más dispuestos para colaborar y tomar decisiones por y para su habitación.

Los últimos días de septiembre y principios de octubre empieza el otoño, los días son más cortos, anochece antes, les apetece más quedarse en casa y ayudar a diseñar su habitación, los cambios (que no han de implicar gasto económico), vienen bien para airear la mente y el espíritu.

Haced de este momento algo mágico y os aseguramos que la organización de la vuelta al cole será algo que siempre recordareis con agrado.

Un comentario en “ORGANIZACIÓN EN LA VUELTA AL COLE

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar