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BIENVENIDOS AL BLOG DE LA ORGANIZACIÓN

Hace años la organización no estaba de moda, nadie hablaba de métodos, no existían mil tips o consejos para  tener la casa mejor organizada,  y por supuesto las nuevas tecnologías, con las que ahora nos valemos para conocer y aprender sobre esta materia, estaban por nacer.

Sin embargo, la organización siempre ha estado ahí, de un modo u otro, caminando paralela al transcurrir de las épocas, nunca ha perdido el carácter de imprescindible, aún siendo una gran desconocida.

No os vamos a pedir que os remontéis demasiado, tan solo unas décadas, para recordar vuestro propio hogar o el de vuestros abuelos, donde seguro, convivían bastantes más personas que ahora. Las madres y abuelas conseguían mantener una total organización de los armarios y enseres de toda la familia en muy pocos metros cuadrados.

No seguían blogs, tips ,ni gurús de ningún tipo, sólo se dejaban guiar por el sentido común y la necesidad de conseguir una perfecta armonía entre todos los miembros de su familia.

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MUESTRAME TU MOSTRADOR

Cuando un cliente se para en la puerta de nuestra tienda es porque algo le ha llamado la atención:

  • La decoración de la fachada con colores alegres y atrevidos.
  • Una cálida iluminación que invita a visitar su interior.
  • Un letrero donde se sustituyen simples letras por un original letering, que le deterne su apresurado paso y aventurarse a curiosear nuestro género.
  • Un escaparate con ese toque especial que sólo tú puedes dar a la tienda, que hable de ti y no sólo de lo que vendes, sino de cómo lo vendes.

Pero, no nos detengamos aquí…

… el cliente abre la puerta de nuestro local, tal vez echa una ojeada a su interior y se acerca al mostrador: bien para pedir información o bien para formalizar la compra, solicitando envolver y cobrar el producto.

Con el mostrador no sólo ¨mostramos¨ lo que vendemos, sino como lo vendemos.

El mostrador suele tener múltiples funciones y es importante tener claro como lo vamos a organizar para:

Que unas funciones no estorben a otras.

Que podamos limpiar de forma eficiente y rápida, todos los días.

Que proyectemos una buena imagen al cliente.

Por eso vamos a dividir el mostrador en cuatro bloques, (no siempre vamos a necesitar los cuatro, por tanto después seleccionaremos la información que nos interese en base a las necesidades de nuestro negocio):

COBRAR

Útiles y accesorios:

CAJA REGISTRADORA, TPV Y CALCULADORA

  • Colocados en el sitio más cómodo, tanto para la persona que compra  como para la que vende.
  • En relación a la parte que compra, es importante facilitarle el aparato de TPV de tal forma que no tenga que hacer malabares para pasar por ella la tarjeta, por estar colocada en un lado imposible del mostrador o sostenida en vilo por el vendedor y sobre todo, de modo que pueda meter la contraseña sin que la persona que esté detrás esperando vea la pantalla.
  • En relación a la parte que vende, sobre todo si es un ordenador o caja registradora con clave o contraseña, este objeto debe  quedar a su vista pero no a la del cliente, tanto pantalla como teclado.

CUADERNO DE VENTAS

A veces la parte vendedora opta por ir apuntando en un cuaderno las ventas que va realizando a lo largo del día.

  • Este cuaderno debe estar al lado de la caja, si no nos cabe encima del mostrador lo guardaremos en un cajón o estante  que nos permita tenerlo siempre a mano.
  • El cuaderno debe estar en perfecto estado y aunque no es necesario que hagamos los apuntes con florituras, si sería conveniente que denoten un cierto orden y limpieza por si el cliente alcanza a verlos.

PROHIBIDO

  • Tener un taco con un hierro clavado donde insertar los recibos de las ventas que vamos realizando.

Todavía hay tiendas que utilizan ese método y por supuesto es totalmente respetable, pero podemos sustituir el taco por una caja de reducidas dimensiones y de aspecto agradable, que haga las mismas funciones y cause buena impresión al cliente.

  • Quitar la etiqueta del producto y pegarla en la caja registradora o en la superficie del mostrador. Si no las vamos a reutilizar podemos utilizar una pequeña papelera para desecharlas y si por el contrario las vamos a utilizar de nuevo, las reciclaremos en una cajita debajo del mostrador o si no queremos que se peguen unas con otras en algún material donde las peguemos y después sean fáciles de desprender.

Recordad y más después de lo que hemos pasado: la limpieza es fundamental por higiene, pero también por imagen.

  • Mantened los botones de la caja registradora, la calculadora y sobre todo de la TPV en perfecto estado de limpieza. Suelen coger mucha suciedad con el día a día y el contacto constante con nuestros dedos y los de los clientes.
  • Las pantallas atraen mucho polvo confiriéndolas un aspecto grisáceo que entorpece su visión al tiempo que da muy mala imagen al cliente.

ARTÍCULOS DE EXHIBICIÓN

Si el tamaño del mostrador lo permite podemos utilizar parte del mismo para exhibir:

  • Una pequeña muestra de lo que se vende en la tienda
  • Accesorios a la mercancía principal de la tienda.
  • Curiosidades o rarezas que aportan un valor añadido a vuestra ya de por si, mercancía interesante.

Deben estar separados del resto de utensilios del mostrador destinados para otros usos.

Cuidado con  el ruido visual: A veces amontonamos demasiados objetos en un espacio pequeño y esto provoca tal estrés en el cliente que se apresura a pagar sin dedicar unos minutos a curiosear nuestra mercancía.

Es mejor exhibir menos objetos e irlos rotando cada cierto tiempo:

  • Si son objetos muy parecidos bastará con tener una pequeña muestra: en ese caso podemos utilizar nuestra astucia para darnos cuenta que el cliente los observa con detenimiento y comentarle que, aunque no están expuestos, tenemos más de distinto color o tamaño, por ejemplo.
  • Si el cliente viene con asiduidad y siempre ve el mismo tipo de objetos se cansará pronto y ya no lograremos llamar su atención hacia nuestro pequeño muestrario.

Es muy importante el attrezzo, es decir la ambientación del lugar donde los mostramos. A veces dejamos los mismos expositores que nos proveen nuestros mayoristas, al ser poco llamativos y por regla general muy comunes, no hablarán de nuestra tienda, de nuestro estilo y de lo que buscamos con nuestro negocio. Podéis darle un toque personal, algo que le haga diferente o que se identifique fácilmente con el establecimiento en sí.

PREPARACIÓN DE ARTÍCULOS

Objetos más frecuentes:

TIJERAS

Un objeto que genera muy ¨mal rollo¨ a muchas personas, así que mejor fuera de la vista del cliente.

DISPENSADOR DE CELO

Muy práctico el dispensador de celo, pero no aporta nada a tu mostrador, así que mejor fuera de la vista también.

PAPEL DE REGALO

  •  Si vienen en rollos podemos tenerlos en una papelera forrada o incluso un paragüero que tenga  las paredes altas para poderlos sostener de pie. Quedará original y nos servirá para despejar el mostrador.

  • En cuartillas o sobres lo podemos tener guardados en carpetas o porta láminas según sea su tamaño.

ALTERNATIVAS MÁS SOSTENIBLES

Siguiendo nuestra apuesta por la sostenibilidad del planeta, haremos una pequeña mención a las miles de opciones que tenemos a la hora de optar por uno u otro material de envoltorio o de contención del objeto vendido.

  • Si podemos usar papel de regalo reciclado mejor que mejor, no sólo por nuestra contribución al medio ambiente, sino por la buena sintonía que crearemos con el cliente.

  • Pero también existen más alternativas, depende de nuestro tiempo, ganas de innovar y autentificar nuestro producto y sobre todo, nuestra creatividad: cajas y envoltorios de cartón, cestas, telas, bolsas de algodón orgánico o de otros materiales tales como el lino, cofres o cajas de madera…

En todo caso y volviendo a nuestra organización, sea cual sea el material o utensilio que escojamos,  siempre ha de estar  a mano para buscar la mayor eficiencia en su envoltura pero, eso sí, fuera de la vista del cliente.

Si tenemos varias opciones, por ejemplo cestas y cajas, podemos guardarlos en un recipiente más grande y  darle a elegir al cliente. Supondrá un plus de originalidad a vuestra tienda, haciendo partícipe al cliente en las opciones de envoltorio..

Los cordeles, lazos o pegatinas para cerrar o complementar  al envoltorio los tendremos colocados por  categorías, para facilitar su  uso.

En resumen, todo el material de envoltorio no debería estar a la vista del cliente ocupando espacio en el mostrador, lo podemos distribuir en cajas o cestas más o menos pequeñas, para tenerlo organizado y poder usarlo de la manera más eficiente posible.

Os contaremos  una pequeña anécdota:

Hace poco fui a comprarme una bufanda en una tienda de ropa y detalles, increíblemente bonita. Al ir a pagarla le indiqué a la dependienta que no hacía falta envolverla pues era para mí. Y esta fue su contestación: ¨Será entonces un auto regalo, así que habrá que ponerlo bonito en todo caso¨.

Salí doblemente complacida de la tienda, no solo porque la bufanda era muy bonita sino por lo agradable que fue llegar a casa y desenvolver mi auto regalo.

Olvidaros de la típica pregunta : ¨¿es para regalo? ¨, envolved el objeto comprado y decoradlo con algún detalle, porque esta acción significará personalizar la compra y dar al cliente ¨un algo más¨

Os garantizamos que el cliente volverá y hablará a los demás de este pequeño pero gran detalle, que cuesta poco pero dice mucho de nosotros y de nuestro comercio.

ÚTILES PERSONALES

Siempre deben estar fuera del mostrador:

  • El bolso, por motivos de seguridad.
  • El paquete de tabaco y mechero: Sin entrar a polemizar sobre el tema, hay mucha gente que no le gusta el tabaco y el mero hecho de verlo en el mostrador puede suponer una invitación a no volver a la tienda.
  • El móvil, como el bolso por motivos de seguridad, pero también porque estéticamente no queda bien, es un objeto que da la sensación de poder robar el tiempo de atención del cliente si de repente suena o salta un mensaje, aunque ciertamente no lo vayamos a hacer, puede causar esa sensación y de manera inconsciente causar un rechazo en el cliente.
  • Objetos con los que pasamos el tiempo cuando no tenemos clientes  a la vista, ni ocupaciones urgentes: una revista, un crucigrama o un libro. Puede dar sensación de poca dedicación al establecimiento, de mucho tiempo libre, de escasos clientes. Un negocio supone plena dedicación y aunque sabemos que a veces tenemos y debemos tener tiempos muertos de descanso, no es conveniente transmitir esa sensación al cliente. El cliente es lo primero, no sólo cuando se encuentra en el establecimiento, sino cuando estamos preparando el terreno para  su llegada poniendo nuestra tienda ¨bonita¨.

Hay veces que el objeto puede jugar a nuestro favor, si estamos leyendo por ejemplo, y el cliente se interesa por nuestra lectura y comparte su gusto por el escritor. Es un puente de unión interesante porque a mayor afinidad, mayor gusto por acudir a la tienda y acabar comprando algo o dando publicidad de la misma al resto de gente.

Pero también puede correr en nuestra contra si nuestros gustos no coinciden o el escritor o el tema, en caso de ser un libro, suponga significarnos en uno u otro sentido.

A modo de resumen,

RECORDAD

  • Hemos analizado cuales son los cuatro grupos de objetos que suelen estar presentes en los mostradores de muchas tiendas, de los que sólo deberían estar a la vista los elementos de cobro y exhibición.
  • Siempre colocados de forma que faciliten su uso en caso de cobro  y su visión en caso de exhibición.
  • Con una correcta distribución del espacio, dejando huecos libres entre unos y otros.
  • Menos es más: huid del ruido visual.
  • Una prueba infalible de su buena organización será el grado de facilidad para limpiarlo.

BALDA O CAJÓN BAJO EL MOSTRADOR

Aparte de la superficie superior del mostrador puede que contemos con la fortuna de tener un cajón o balda debajo:

  • Nos servirá como apoyo auxiliar al mostrador cuando este sea pequeño o no nos interese tener determinados objetos a la vista.

Sin dudar un momento nos decantamos por la balda, aunque después sea decisión de cada uno valorar la pertinencia de uno u otro útil de almacenamiento.

El cajón se suele convertir en una especie de cajón de sastre donde todo tiene cabida.  Puede llegar a distorsionar nuestra organización, causando muy mala imagen delante del cliente, si tenemos que ponernos a buscar en su presencia el útil que necesitamos en ese momento.

La balda nos permite dividirla por bloques para utilidades diferentes, al estar a la vista (del vendedor) tendrá  la ventaja de poder inventariar su contenido en cualquier momento, así como facilitar su limpieza diaria.

El mostrador es la última parte que el cliente verá de nuestro establecimiento, será su recuerdo más próximo en el tiempo y con el que acabará relacionando la tienda.

¿Os acordáis de los famosos festivales de música en televisión que año tras año nos tragábamos de principio a fin?

A veces las primeras canciones son las que más nos gustan o nos llaman la atención, pero cuando finaliza la ronda de canciones, tenemos un recuerdo muy vago de ellas y acabamos decantándonos por una de las últimas, ya que de ellas nuestra mente aún guarda parte de la melodía.

Con nuestro mostrador ocurrirá lo mismo, será la última melodía que quede en el recuerdo del cliente, y dependiendo de si es buena, pegadiza o innovadora la volverá a escuchar o recomendará a los demás que lo hagan.

Un mostrador organizado, limpio y decorado a tu gusto hablará de de ti y de tu negocio, bien o mal eso depende del  tiempo, dedicación y empeño que pongas en ello.

Finalmente, es gratificante encontrarse con un mostrador que cuide los detalles,  por ejemplo un bonito jarrón con flores, un adorno original relacionado con nuestra mercancía, un objeto original a juego con el tono de la decoración de la tienda, una figura graciosa o elegante.

Algo que ayude a conectar con el cliente y arranque una sonrisa de sus labios, una sensación de paz y relajación que le acompañe cuando se vaya, o una acuarela de colores en su mente que le permita ver la vida, aunque sea por un breve instante, con otro prisma.

Esperamos que esta entrada haya sido de vuestro gusto e interés, os animamos a dejarnos algún comentario, foto o sugerencia, ya que vuestro apoyo y palabras nos alientan a seguir creando contenidos, elevando nuestra creatividad y calidad.

ORGANIZANDO EL APARADOR/VITRINA

Antes de leer esta entrada es necesario cumplir una regla a rajatabla para poder sacar el mayor partido a nuestras palabras:

Leáis lo que leáis y aunque sea difícil resistirse a la tentación de abrir puertas y cajones, es fundamental que no lo hagáis hasta que nosotras os lo propongamos a lo largo de la entrada.

Disponer de un aparador o vitrina en el comedor resulta muy práctico, a la par que elegante.

Distingamos entre:

  • Aparador: Cerrado, sin objetos a la vista.

  • Vitrina: Todos los objetos a la vista.

Hay muchos tipos de vitrina y sus utilidades son múltiples: desde guardar objetos de coleccionismo, trofeos o simplemente objetos de decoración.

En esta entrada sólo nos referiremos a su uso para guardar y exhibir vajilla, cristalería, juegos de café y objetos por el estilo.

  • Aparador con vitrina: Sistema mixto para guardar objetos, una parte visible y otra oculta a la vista del observador.

Normalmente se suelen utilizar para guardar los juegos de vajilla, café y cristalería más lujosos, aquellos que sólo utilizamos en momentos especiales o que provienen de regalos o legados especiales.

Lo primero que tendremos que hacer cuando hablemos de este mueble es distinguir entre la parte visible (vitrina) e invisible, es decir oculta (aparador).

Es importante conjugar en su organización: practicidad, conservación y decoración.

Podemos dedicar mil entradas a sugerir formas de colocar la cristalería, por ejemplo, o la vajilla para evitar desmoronamientos que provoquen deterioros en sus piezas. Pero en este caso lo que vamos a tratar en profundidad es el aprovechamiento de espacio en relación a estos objetos evitando o no, mezclarlo con otros.

APARADOR: OBJETOS ESCONDIDOS A PRIMERA VISTA

El problema de los aparadores es que en cualquier momento dan pie a guardar todo tipo de objetos.

Cajones que abren y cierran y que, por arte de birlibirloque, guardan en su interior lo que que no tiene un lugar previamente asignado, o que en un momento puntual no sabemos que hacer con ello, es demasiado tentador a la par que peligroso para nuestra organización.

Un cargador, un detalle de nuestros hijos, tijeras, velas, un vaso publicitario de la pizzería de los viernes…podríamos seguir así hasta el infinito.

Esto no significa que no se puedan guardar más cosas que las nombradas anteriormente, al contrario, todo es válido si supone conseguir espacio extra y un perfecto orden en vuestra organización del hogar. Pero si sería importante seguir dos normas, ¿qué os parece si las llamamos a partir de ahora las reglas del aparador?

  • No importa lo que guardéis en su interior, siempre que dote de espacio y orden a vuestra organización.
  • Puede ser un buen recurso cuando la casa es pequeña, no os importe hacer un uso diferente al habitual si os aporta un extra de espacio.
  • Recordad, limpieza requiere orden y orden requiere organización por tanto, intentad guardar las cosas con criterio, si echáis mano de cajas de almacenaje y útiles por el estilo, será más fácil evitar el amontonamiento gratuito de cientos de objetos dispares, favoreciendo su limpieza regular.
  • Si en una misma caja se almacenan objetos muy dispares y no sois capaces de relacionarlo con nada, corréis el riesgo de no recordar al cabo del tiempo su emplazamiento. Esto es muy similar a los famosos cajones de sastre de la cocina, donde suele haber de todo y no servir para nada.
  • Es muy recurrente pensar que, como solo lo abren las personas del hogar, cabe la opción de meter de todo y de cualquier forma.

Pasemos a realizar varios ejercicios prácticos para conocer de primera mano el estado de nuestro aparador y como podríamos mejorarlo:

Tal y como hemos dicho al principio, recordad que no podéis abrirlo hasta que os lo indiquemos en la entrada.

Prepararos un cafecito, chocolate o infusión, sentaros tranquilamente en el lugar más cómodo y apacible de la casa y cogiendo lápiz y papel (esperamos que lo tengáis a manos sabiendo donde encontrarlo, os remitimos a nuestra entrada TIEMPO DE ESCRIBIR), disponeros a enumerar todos los objetos que contiene vuestro aparador. Puede que haya varios de la misma clase, por ejemplo los cargadores de móvil y consola, así que tratad de ser precisos detallando todos y cada uno de ellos.

¿Cómo están dispuestos en el aparador?

Sueltos, en cajas de almacenamiento, en las originales del objeto, encima de platos, dentro de vasos y tazas…¡Ufff! ¡cuantas opciones!

¿Con que frecuencia limpiáis su interior y cuanto tiempo os lleva hacerlo?

Ha llegado el momento de comprobar vuestras respuestas.

Ya podéis abrir vuestros aparadores y verificar si lo que hay en el listado se ajusta a la realidad. Es probable que os encontréis con más objetos de los apuntados, eso ya os dará una pista del problema que supone acumular objetos muy dispares sin control, ni orden ninguno, muchas veces tan sólo por quitarlo de la vista en ese momento y después, como suele decirse ¨reseteamos la mente¨ y nos olvidamos de su existencia.

Ahora pasad el dedo por los estantes, ¿Qué tal esa limpieza?, hay que tener en cuenta:

  • Al estar cerrado no entra tanto polvo por tanto, no es necesario una constante y profunda limpieza.
  • Si atrapamos al vuelo la idea de juntar en cajas o recipientes aquellos objetos que sueltos suponen un engorro y una pérdida de tiempo, ya tenemos media limpieza hecha.
  • Hay objetos como la vajilla, que suelen estar sueltos o sobrepuestos unos sobre otros, depende del tipo de vajilla y las dimensiones, pero cabe la posibilidad de incluirlo en cómodas cajas que nos permitan su desplazamiento por el estante de la vajilla para la limpieza de las superficies.

VITRINA: EL ESCAPARATE DE NUESTRO COMEDOR

Vamos a partir de una idea clave, lo dicho para el aparador nos puede valer para la vitrina, ¿por qué?, porque en el fondo buscamos lo mismo: organización, orden y limpieza.

Dicho esto, es claro que tenemos que hacer algunos matices:

Si nuestra casa es pequeña, al igual que hicimos con el aparador, podemos servirnos de la vitrina como lugar de almacenamiento, pero en este caso y dado que todo estará a la vista, será necesario ser más cuidadosos en el almacenamiento y en el resultado final, visible para todo el mundo.

Se trata de no colmatar los estantes con la finalidad de que visualmente quede agradable y no dé la sensación de ¨horror vacui ¨

Pongamos un ejemplo: Si tenéis parte de la cristalería expuesta, evitad la tentación de rellenar una copa con las sombrillitas con palillo que sobraron de la última fiesta, las pajitas de refresco, los palitos de sushi, los palillos para el picoteo o los más que útiles detalles para servir el vino.

Separad estos objetos para introducirlos en una caja de almacenaje, pero no los dejéis tal cual en una copa o vaso a la vista.

Como hemos dicho al principio de la entrada, las vitrinas tienen decenas de usos y en su interior pueden albergar objetos de lo más variopinto pero aquí, nos estamos centrando en vajillas, juegos de café y cristalerías, lo que no significa que podamos intercalarlo con otro tipo de objetos como marcos de fotos, cajas antiguas, algunos libros, pequeñas macetas…usad la imaginación y sobre todo, que os guste y convenza a vosotros.

Recordad que la casa tenéis que ponerla siempre a vuestro gusto, porque si os gusta a vosotros les gustará a los demás. Y sobre todo, tened presente que una vitrina es un pequeño agujerito de vuestra casa abierto a todo el mundo por tanto, hablará de vosotros, de lo que os gusta, como sois, preferencias, estilos…

Una buena idea es que os fijéis en las vitrinas de cafeterías y restaurantes, se ha puesto de moda para ambientar el local conjugando distintos estilos vintage, moderno, viajes, librerías…así que podría ser un buen punto de partida para darle un aire distinto a la vitrina, aunque eso sí, sin perder en ningún momento vuestra propia identidad.

La limpieza es fundamental, porque aunque están cerradas, visualmente el polvo va a ser más evidente que en un aparador además, muchas veces el material del estante sea cristal o tipo espejo hace que la suciedad parezca multiplicarse de forma exponencial. De ahí la necesidad de no colmatar los estantes, lo que nos permitirá un práctico movimiento de objetos, pudiendo así pasar de forma frecuente un paño para retirar el polvo con facilidad.

Aquí también, aunque tengamos todo a la vista, podemos hacer un listado con todo su contenido y valorar la organización de la vitrina.

Bueno no siempre está todo a la vista, las tazas de café suelen ser pozos sin fondo de tornillos, clips y demás cachivaches que nos vamos encontrando e introducimos ¨hábilmente¨ en una taza, porque no transparenta su contenido, con el fin de revisarlo más tarde y ver de donde procede.

Huelga decir que esa revisión nunca llega, nos olvidamos de ello, no volviendo a tener noticias del pequeño objeto hasta que tenemos un evento y sacamos las tazas de café repletas de cachivaches. En serio, ¿nunca os habéis visto en esa situación?

APARADOR Y VITRINA: VISTO Y NO VISTO

Si tenéis la ventaja de tener un mueble con una parte a la vista y otra escondida se pueden organizar de manera más óptima los objetos a los que estamos haciendo referencia: vajilla, cristalerías, etc. ya que podéis destinar una parte a almacenaje y otra a exhibición.

Aquí entraría a colación todo lo dicho hasta ahora, sobre aparadores y vitrinas. Pero podemos aportar algunas ideas más, que harán de vuestro mueble, un elemento imprescindible de organización y por qué no, también de decoración.

No colmatéis la vitrina con interminables juegos de café, cristalerías o vajillas infinitas, dejar sólo una pequeña muestra para su exhibición , almacenando el resto en el aparador.

Daos cuenta que en la vitrina por ejemplo amontonar en kilométricas pilas las tazas de café, no quedará bien, por tanto lo que podemos hacer es exhibir sólo varios platillos y tazas de forma ordenada (cada taza encima de su plato) y puestos con gusto encima, por ejemplo de un libro tumbado con el lomo bonito o de una pequeña caja estilo vintage y el resto del juego almacenarlo en el aparador de forma más eficiente para ahorrar espacio.

Con la cristalería ocurre lo mismo, no hay nada más aburrido que ver interminables hileras de copas en un estante, que además suele ser espejo o cristal. Toda su belleza u originalidad en el tallado se pierde en el anonimato de extensas filas colocadas una detrás de otra.

La vitrina os permite lucir vuestras copas, da igual si son cara o baratas, exclusivas o de supermercado, son vuestras y se merecen lucir y hablar de vosotros y vuestra forma de ser. Si la copa no es de bohemia, no importa, nosotros la convertiremos en un elemento único añadiendo algún tipo de decorado o detalle que la haga diferente, ¿una flor seca dentro, por ejemplo? Si tenéis varias juegos de copas distintos rotadlos, cada dos o tres meses podéis sacar uno y el resto apilarlo en el aparador.

LIMPIEZA Y DECORACIÓN

Hasta ahora hemos hecho mención a la limpieza de la vitrina y aparadores en cuanto a estantes y cajones, mencionando varias ideas para facilitar su limpieza:

  • Cajas de almacenaje
  • No colmatar los estantes para mover con facilidad los objetos.
  • Mantener a raya la presencia de cachivaches varios que dificultan la limpieza

Pero, no nos hemos referido a la limpieza de los objetos situados dentro este tipo de mobiliario.

Eso lo dejamos a vuestra elección, buscando por internet os encontrareis con decenas de métodos de limpieza. Casi todos parten de una previa planificación y unos plazos, más o menos rígidos, para limpiar este tipo de objetos.

Si ya nos conocéis un poquito sabréis que no somos muy partidarias de los métodos hechos a priori y los calendarios inamovibles.


Pues si ¨a cada persona su organización¨, entonces ¨a cada persona también su limpieza¨

Es claro que hay que limpiar con cierta frecuencia, sobre todo las vitrinas y su interior, por encontrarse de cara a la galería, pero tampoco hagáis de ello una obsesión o un deber ineludible en determinadas fechas. Si tenéis medianamente organizados estos muebles, tal y como hemos venido tratando en esta entrada, os será relativamente fácil su limpieza, planteároslo en pequeñas etapas y de poquito en poquito.

Y para finalizar una pequeña idea para hacer más llevadera su limpieza y los resultados de la misma:

Cuando hagáis la limpieza mas profunda de los objetos que tenéis en la vitrina plantearos un cambio de decoración: rotad la cristalería, los juego de café (ya sabéis, de ambos unos cuantos elementos a lucir a la vitrina y el resto a dormir plácidamente, bien organizados, en el aparador), cambiad el estilo con distintos elementos decorativos que no tienen que ser caros ni mucho menos, buscad por casa objetos que os gusten: una foto, una figurilla de alguna colección que hagáis, un regalo de vuestros hijos, una flor, un libro que adoréis, un objeto heredado de alguien que os evoca bellos recuerdos, (os remitimos a esta entrada RECUERDOS DE UNA VIDA, por lo útil que puede seros para dar ideas de decoración).

Si os fijáis en las revistas de decoración, cuando llegan las distintas estaciones nos presentan casas inspiradas en el verano, invierno, Navidad… y para ello utilizan pequeños detalles que en su conjunto, crean el ambiente deseado: mediante luces, tipo de colores, objetos que evocan la estación deseada como flores, piñas secas, textiles de materiales y coloridos determinados…

Vosotros podéis hacer lo mismo, jugar con vuestra vitrina para dar el aire a vuestro comedor que en ese momento os apetezca o que mejor refleje el estado de ánimo en el que os encontráis: viajero, zen, atrevido, divertido, con niños …os dejamos este enlace de una entrada del blog que tal vez os pueda orientar sobre la idea que queremos enfocaros: AIRES DE CAMBIO

Esperamos que esta entrada haya sido de vuestro gusto e interés, os animamos a dejarnos algún comentario, foto o sugerencia, ya que vuestro apoyo y palabras nos alientan a seguir creando contenidos, elevando nuestra creatividad y cálidad.

¿POR QUÉ BASAR NUESTRA ORGANIZACIÓN DEL ARMARIO EN PERCHAS?

Hablar de perchas es hablar de espacio, orden, pulcritud y tiempo.

Las perchas nos permiten entender la organización de un modo práctico, sencillo y sobre todo real.

En esta entrada queremos explicaros de manera breve y concisa por qué la percha es un elemento clave en la organización de nuestra ropa, y todo ello acompañado de ejemplos prácticos, que nos ayuden a entender nuestra argumentación y sobre todo, con los que nos podamos sentir plenamente identificados.

El otro día comiendo con unos amigos, hablaba de las muchas cualidades de las perchas, cuando con una lógica aplastante, alguien me rebatió mi argumentación sentenciando: ¨donde caben dieciséis prendas, lo mires por donde lo mires, caben dieciséis prendas¨

El planteamiento es bueno y a priori cierto, ya que podemos pensar que siempre cabe una prenda más, pero…¿a costa de qué?…¡exacto! de amontonar las prendas para hacer más hueco. El resultado será desastroso para nuestra organización y por tanto, el razonamiento como he comenzado diciendo, podría ser acertado.

Ahora bien,

¿Qué os parece si intentamos rebatir el argumento inclinando la balanza a favor de la ropa colgada en perchas?

Es claro, que el número de ropa doblada aumenta de forma sustancial si optamos por doblarla de forma vertical, en lugar de horizontal.

Haced la prueba:

La ropa doblada en horizontal (una encima de otra) pesa y por tanto, genera arrugas. Si somos expertos en doblar la ropa, ¡adelante! podremos amontonar más ropa pero eso implica tiempo y maña. Rectifico: tiempo, maña y ganas.

Si esa ropa la doblamos de forma vertical podemos aumentar el número de prendas pero necesitamos: una balda ancha, una caja o soporte donde meter las prendas y una buena técnica para doblarlas, así que nos remitimos al párrafo anterior: tiempo, maña, ganas y le añadimos: el material necesario para contenerlas.

¿Y si guardamos la ropa en perchas?

  • Aumentamos el número de prendas a guardar: para ello será necesario elegir el tipo de percha más adecuado. Cuanto más fina (que no endeble) más prendas cabrán.
  • Maña: No es necesario desarrollar una técnica de la Nasa para colgar nuestras prendas en las perchas. Basta un poquito de sentido de sentido común para que la ropa case en la percha a la perfección.
  • Ahorramos tiempo: Colgar nuestra ropa en perchas no nos llevará más de un minuto.
  • Material: Si bien es cierto que organizar la mayoría de nuestras prendas en ropa supone un desembolso económico mínimo, también lo es que se trata de un material barato y de fácil adquisición.

Ahora ha llegado el momento de llevar a la práctica este razonamiento:

Para ello necesitamos diez prendas (por ejemplo camisetas), un cronometro, una caja de almacenamiento y diez perchas.

PRUEBA DE TIEMPO

1 Poned el cronómetro en marcha

A) Doblad las camisetas y después colocadlas una encima de otra, en una balda del armario.

B) Doblad las camisetas de forma vertical, introducidlas dentro de la caja que hayáis elegido para contenerlas.

C) Colgad las camisetas en las perchas y colocadlas dentro del armario.

PRUEBA ORGANIZACIÓN PRÁCTICA

Coged una de las camisetas que estén en medio del resto, tanto de las dobladas como de las colgadas.

PRUEBA ESTADO DE LA PRENDA

Poneros la camiseta y comprobad el estado de la misma.

(Para que el experimento sea útil tenemos que dejar un tiempo entre el momento del guardado y las dos prácticas posteriores, ya que si lo hacemos al momento no se apreciará el estado real de la prenda).

AHORA, CONTESTAD A ESTAS PREGUNTAS

  • ¿Cuánto tiempo habéis tardado en guardar y coger la camiseta?
  • ¿Cómo han quedado el resto de camisetas al coger una de entremedias del resto?
  • ¿Cuál es el estado de la prenda cuando nos la hemos puesto?, ¿Tiene muchas arrugas?

PRUEBAS CON DIFICULTAD

AÑADAMOS VARIAS DIFICULTADES A NUESTRO RETO PARA COMPROBAR LOS RESULTADOS

  • Volver cansados del trabajo y tener que guardar la prenda.
  • Llegar tarde a una cita y tener que coger la camiseta que está entremedias.
  • Que sea tu hijo de siete años o tu hija de quince, quien tiene que guardar la camiseta o cogerla por la mañana.
  • Que la plancha no sea lo tuyo y las arrugas te miren con mala cara desde al prenda
  • Que el hueco para colocar las camisetas sea pequeño y tengas mil cosas más que guardar en el armario.

Después de esta prueba será cada persona quien decida cual es el método de guardar, en este caso camisetas, que más se ajusta a sus necesidades.

A veces cuando llevamos a la practica nuestras ideas de organización es como mejor podemos comprobar la efectividad de las mismas.

Por último, un pequeño consejo del caracol:

En el caso de las camisetas nos bastará con perchas finas (nada gruesas) y a ser posible rugosas para que no se escurra la prenda.

El optar por perchas finas nos proporcionará una mayor capacidad de almacenaje, aunque recordad que hay un límite y no podéis exceder en el número de prendas, para que no queden almacenadas de cualquier manera, arrugándose fácilmente y dificultando su acceso.

NUESTRO PASILLO: UN PASEO ENTRE LAS NUBES

Para comenzar esta serie de entradas, os invitamos a hacer varios experimentos.

A veces cuando vamos paseando por un sendero estrecho, entre árboles, nos olvidamos de disfrutar de la belleza a cada paso, concentrándonos sólo en llegar lo antes posible al final del camino, a lo que marcamos como destino.

 Caminamos, sin ser necesario, tan deprisa, tan sumidos en nuestros propios pensamientos, que nos olvidamos de apreciar el paisaje que nos rodea, contemplar el cielo, observar los vivos colores de la naturaleza, llenar nuestros pulmones de aire fresco, en definitiva disfrutar del camino sin esperar más allá, sin buscar el final.

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ORGANIZACIÓN EN LA VUELTA AL COLE

Sabemos que organizar la vuelta al cole no es nada sencillo: encajar horarios, comprar libros y uniformes, reestablecer las rutinas en casa, elegir extraescolares, ¡estudiar!..

Nos tememos que en estas cuestiones desde El Caracol poco o nada podemos hacer para ayudaros, pero si con otro tipo de organización en la vuelta al cole, que aún no siendo a priori la más importante en estos primeros momentos de caos, os puede servir de apoyo en el mantenimiento de vuestro hogar y en la distribución del tiempo y rutinas diarias.

Centrémonos en la habitación de vuestros hijos, aunque después cada persona tendrá que extrapolarlo a la organización de su hogar, según la distribución de espacios que tenga establecida.

Sigue leyendo «ORGANIZACIÓN EN LA VUELTA AL COLE»

EL REGRESO DE LAS VACACIONES DE VERANO

Nuestras maravillosas vacaciones de verano llegan a su fin, nos toca volver a la normalidad, la rutina y la monotonía del día a día.

Todo esto os suena ¿verdad?, quien más y quien menos hemos pensado esto, no solo en el viaje de regreso sino incluso antes de regresar, a veces hasta con varios días aún pendientes de disfrutar en nuestro destino de vacaciones.

Y es entonces cuando la mente necesita un empujoncito de ánimo y nos dan por pensar en nuestro hogar. ¿Podemos darle un nuevo toque?, ¿una nueva organización?…porque los cambios nos ayudan a salir de la rutina y ver la vida con ánimos renovados (os remitimos a nuestra entrada AIRES DE CAMBIO).

Hay dos momentos en el año que parecen los más indicados para iniciar nuevos proyectos, poner en práctica ideas renovadas e incluso plantearnos cambiar nuestro hogar y hábitos de vida:

  • Después de las vacaciones de verano:

Hay que tener en cuenta que este momento coincide con un cambio importante en la rutina diaria:

  • Vuelta al trabajo
  • Vuelta al cole
  • Estamos a punto de dar la bienvenida a una nueva estación, lo que supone a su vez, nuevos cambios: armarios, ropa de cama, etc.
  • Ya no hay piscinas, cada vez anochece más pronto y apetece pasar más tiempo dentro de casa que fuera.

Ahora nos vamos a plantear la siguiente pregunta:

¿REGRESO = ORGANIZAR?

¿Qué es organizar?

Organizar es tener un sitio para cada cosa: es determinar que vamos a organizar y donde vamos a hacerlo, os remitimos a nuestra entrada: (ORGANIZAR ORDENAR LIMPIAR)

REGRESAR ≠ ORGANIZAR

Deshacer las maletas:

Es una buena y necesaria práctica, pero no es organizar.

El hecho de deshacerlas antes o después dependerá de lo que cansados que vengamos del viaje o del tiempo que tengamos para realizarlo, pero en ningún caso dirá nada sobre nuestra organización. Si somos más bien desordenados, probablemente tardemos una eternidad en terminar de deshacer y colocar el contenido de nuestro equipaje.

Ahora bien, hagámonos la siguiente pregunta:

¿Todo lo que sacamos de las maletas tiene un sitio asignado en nuestro hogar?

  • Sí es así perfecto, significa que nuestra organización funciona, ya que antes o después las cosas descansaran en su sitio.
  • Si no es así y hay objetos o prendas flotando por la casa, no por falta de colocación sino por no tener asignado un lugar de almacenamiento, tal vez si va siendo hora de ponernos manos a la obra con la organización del hogar.

Ideas y consejos aprendidos.

Durante el tiempo libre en nuestras vacaciones hemos curioseado por los buscadores y redes sociales, encontrando multitud de ideas y consejos que estamos deseando llevar a la práctica.

La mayoría de esas ideas serán un complemento perfecto a nuestra organización, pero no serán ésta como tal.

En el caso de que valoréis que la idea o consejo os va a llevar a organizar objetos, estancias o lugares de almacenaje, solo llevadlo a la práctica en el caso de que exista una planificación y coordinación de acciones previa, ya que de lo contrario será fácil que una vez llevada a la práctica la idea no os convenza o requiera ciertos toques personales que acaben desembocando en el irremediable amontonamiento y desánimo en la organización.

Días sobrantes de vacaciones

Muchas veces cuando regresamos de nuestro lugar de descanso estival nos quedan pendientes varios días de vacaciones que, dado que volvemos con fuerzas y ánimos renovados, decidimos invertir en organizar.

Como ya hemos comentado en varias ocasiones, organizar en una carrera de fondo que necesita unos plazos amplios y una buena planificación previa. Os remitimos a nuestra entrada (LOS PLAZOS EN LA ORGANIZACIÓN)

No deberíamos emplear este tiempo limitado en comenzar tan ardua tarea porque, probablemente, acabemos empantanados y sin tiempo extra para finalizar nuestro proyecto. Al margen de que por el camino es probable que nos encontremos con multitud de distracciones que nos impidan llegar al final: preparación de la vuelta al trabajo, al cole, guardar objetos veraniegos…

Preparación del hogar para el otoño

Hojeamos las revistas y redes sociales y de nuevo vuelven los colores del otoño, las luces y velas que hacen de nuestro hogar un sitio mas acogedor, los tejidos cálidos, las ventanas y puertas cerradas al frío y abiertas a una multitud de maravillosas ideas de decoración.

Cambiar colores, tejidos o muebles de posición para lograr darle una mayor calidez a nuestro hogar no es organización. Si bien es cierto que todo está relacionado, no olvidéis que decorar no es organizar, sin embargo un hogar bien organizado permitirá una decoración vistosa y más fácil de llevara cabo.

Limpieza a fondo del hogar

También aprovechamos este tiempo de descuento antes de comenzar con la rutina del día a día para limpiar a fondo la casa, dedicando especial atención a aquellos rincones que normalmente solemos olvidar en la limpieza rutinaria.

De nuevo tenemos que recordar que limpiar no es organizar. No obstante, un lugar organizado nos permite limpiar con mayor facilidad y profundidad.

REGRESO = ORGANIZAR

Con lo dicho hasta el momento puede parecer que desde El Caracol desaconsejamos proceder a la organización de nuestro hogar en al regreso de las vacaciones o en los últimos días de éstas.

Y en cierto modo es así por las causas esgrimidas anteriormente, sin embargo si puede ser un tiempo ideal para comenzar, mejorar o modificar nuestra estrategia de organización. El estado de relax en que nos encontramos tanto en los ratos muertos de nuestras vacaciones como en el regreso de éstas es un momento propicio para nuestra planificación.

Un primer acercamiento a la organización, os recomendamos una visita a nuestra entrada (TODO TIENE UN PRINCIPIO)

Si hemos tomado la decisión de iniciar este apasionante viaje de la organización (esperamos que en nuestra compañía), es el momento de planificar como vamos a llevar a cabo la organización de nuestro hogar:

  • Objetivos
  • Metas
  • Pros y contras
  • Estudio de circunstancias: contexto y personales

Si ya estamos familiarizados con la organización:

  • Aprovecharemos para revisar nuestro método actual
  • Revisaremos si nuestras circunstancias y necesidades han variado y de ser así, procederemos a modificar la organización adaptándola a los cambios que vayan surgido.
  • Procederemos a incorporar a nuestro método aquellas ideas y consejos que, a priori, puedan mejorar nuestra organización. En este punto es importante tener en cuenta que, la misma idea nunca va a funcionar igual para todo el mundo. Es necesario adaptarla al método que hemos diseñado haciéndolo único e intransferible.

Resumiendo:

Las vacaciones son un periodo de descanso, de relax para nuestra mente y cuerpo. Organizar es un viaje muy largo que requiere tiempo, esfuerzo y mucha atención pues de ello dependerá obtener los resultados óptimos que buscamos.

No significa ni mucho menos dejar de lado nuestro proyecto, y si estamos decididos a concederle algo de tiempo de nuestro descanso, hagámoslo sin precipitación, con cabeza y sobre todo con una planificación previa.

Y aunque todo se complemente, aprendamos a distinguir entre ordenar, limpiar, decorar y organizar.

Teniendo claro que en la base de la pirámide siempre estará presente la organización como elemento esencial para poder llevar a cabo cualquiera de las otras acciones.

LAS ESTACIONES DE LA ROPA (IV): Contenido y almacenamiento.

En la entrada LAS ESTACIONES DE LA ROPA (III): Organizar por bloques, hemos planificado la organización del cambio de temporada a partir de tres (si incluimos la ropa de entretiempo) o cuatro bloques coincidentes con las cuatro estaciones del año.

BLOQUE PRIMERO: INVIERNO

Dentro del bloque de invierno vamos a hacer una subdivisión en base a la temperatura: más o menos frío.

Sigue leyendo «LAS ESTACIONES DE LA ROPA (IV): Contenido y almacenamiento.»

LAS ESTACIONES DE LA ROPA (III): Organizar por bloques

Cuando organizamos la ropa de temporada tendemos a basar nuestro criterio en los dos grandes cambios de temperatura: frío y calor, (verano/invierno).

A partir de mediados de abril y en adelante solemos hipotecar un par de fines de semana (como poco) o algún que otro puente para dejar liquidado nuestro ¨cambio de armario¨. Y más o menos en el mes de octubre hacemos la misma operación a la inversa.

Por tanto, tenemos dos ¨cambios de armario¨ al año y también dos bloques de ropa al año: frío y calor.

En las dos entradas anteriores de esta serie: LAS ESTACIONES DE LA ROPA (I): Fallos que se suelen cometer con el cambio de temporada. y LAS ESTACIONES DE LA ROPA (II): Consecuencias de los fallos en el cambio de ropa de temporada. hemos estudiado en profundidad cuales son los fallos más comunes que se cometen con el cambio de ropa de temporada y los nefastos resultados que acarrean.

En esta entrada vamos a hablar de un método que deje atrás el que habéis venido utilizando hasta la fecha.

Sigue leyendo «LAS ESTACIONES DE LA ROPA (III): Organizar por bloques»

LAS ESTACIONES DE LA ROPA (II)

Consecuencias de los fallos cometidos en el cambio de temporada

En la entrada LAS ESTACIONES DE LA ROPA (I): Fallos que se suelen cometer con el cambio de temporada repasamos, mediante ejemplos prácticos, cuales son los fallos más comunes que se cometen cuando se lleva a cabo el llamado ¨cambio de armario¨.

Repasemos cuales son y que resultados conllevan, fijaros que en muchos casos un fallo lleva a otro o a varios, con lo que el resultado catastrófico tiende a multiplicarse exponencialmente.

1 PRECIPITACIÓN

Sigue leyendo «LAS ESTACIONES DE LA ROPA (II)»

LAS ESTACIONES DE LA ROPA (I)

FALLOS QUE SE SUELEN COMETER CON EL CAMBIO DE TEMPORADA: EJEMPLOS PRÁCTICOS

Para abordar un tema tan complejo como es el cambio de ropa de temporada, El Caracol ha decidido empezar por el final, observando los resultados de tan colosal tarea para detectar posibles fallos y estudiar cuales son las mejores opciones para solventarlos.

Hemos de advertir que, tantos los fallos como las posibles soluciones, son de aplicación en el paso del frío al calor y a la inversa, por eso os vamos a presentar una serie de de entradas del cambio de temporada que os van a ser siempre útiles, ya que pensamos que lo correcto es contemplar y analizar este cambio con toda vuestra ropa y en todo momento.

FALLOS QUE SE SUELEN COMETER CUANDO PROCEDEMOS AL CAMBIO DE TEMPORADA

01 PRECIPITACIÓN / RALENTIZACIÓN DEL CAMBIO DE TEMPORADA

Tanto en primavera como en otoño es frecuente que de repente el clima de un giro de ciento ochenta grados y durante unos días el tiempo se convierta en un preludio de lo que vendrá después.

En ese momento suena en nuestro interior una pequeña alarma para recordarnos que se acerca el tan temido cambio de temporada, pero si el cambio de temperatura se precipita mucho antes de lo esperado, será una estridente sirena la que nos apremie a llevarlo a cabo cuanto antes.

Veamos algunos ejemplos:

  • Este año la Semana Santa se celebra a finales de marzo y a pesar de caer tan temprano, todas las previsiones meteorológicas coinciden en que va a hacer un tiempo espléndido.
    • Resultado: proyectamos muy pronto el cambio de ropa.
  • El tiempo se ha vuelto loco, no se si será cosa del cambio climático, pero no es normal que a mediados de abril tengamos ya temperaturas de verano. ¡Que calorazo!
    • Resultado: a mediados de abril ya estamos metidos en harina con el cambio de ropa.
  • Estamos a finales de mayo y el tiempo es tan ideal, que ya he dicho adiós a las medias y me atrevo a ir con tirantes y pantalones cortos, espero que la borrasca de la que todo el mundo habla pase sin pena ni gloria, porque se prevé una caída de las temperaturas en más de diez grados.
    • Resultado: si la borrasca llega me pillará sin medias y con tirantes, porque la ropa de más abrigado está ya bien guardadita.
  • Es típico: si a finales de agosto caen dos tormentas despídete del calor, ya que septiembre se nos presentará bien fresquito.
    • Resultado: en previsión, a principios de septiembre comenzamos el cambio de temporada.
  • Estamos en octubre, cuando menos lo esperemos se nos presenta el frío de golpe, pero de momento se está tan a gusto con este calorcito.
    • Resultado: vamos dejando pasarlos días confiando que el buen tiempo sea eterno, hasta un día y sin avisar el tiempo se tuerce y no tenemos apenas con que abrigarnos.
  • En octubre y en marzo nevando, ¡esto no pasaba desde hace un montón de años!
    • Resultado: o bien nos precipitamos con el cambio de temporada, o bien tomamos la decisión de alargar el cambio.
  • La semana que viene tenemos puente y aunque todavía no toca como no tenemos planes a la vista, estoy pensando en aprovechar esos días y hacer el cambio de temporada.
  • Resultado: proyectamos el cambio de temporada según nuestra disponibilidad de tiempo y no nuestras necesidades reales.

02 AMONTONAMIENTO

Aunque nos gustaría que el tiempo se estirase como chicle, no es así y a veces pensando de esta manera, nos embarcamos en una aventura que lamentándolo mucho, no suele terminar bien.

Es frecuente que nos invada la pereza, el desánimo, un tremendo pánico o ese instinto práctico de ¡para que hacer algo que en breve tendremos que volver a deshacer!

Volvamos a nuestros ejemplos, que tan bien nos pueden ilustrar las situaciones:

  • Atención: ¡planazo para el puente de mayo! Hacer el cambio de armario. El problema es que los días no son tan largos como parecen, al margen de mil planes de última hora, que hacen imposible el poder finalizar tan titánica labor.
    • Resultado: nos quedamos a medias.
  • Con tanta boda y comunión tengo todos los fines de semana comprometidos. Hasta bien entrado junio, aunque haga calor no voy a poder hacer el cambio de armario, así que este año no me queda más remedio que hacerlo a ratitos.
    • Resultado: nos pilla el calor, seguro.
  • Entre lavar la ropa que saco y la que voy a guardar, tengo un lío de plancha, tendedero y cajas de almacenaje tremendo. Voy a ir dejando aquí la ropa limpia y ahí la pendiente para no hacerme un lío, porque en el armario no me cabe todo.
    • Resultado: Vamos a convivir durante un largo tiempo con dos enormes montones de ropa.
  • ¡Que suerte tener una habitación de invitados!, así puedo ir dejando todo allí mientras hago el cambio de ropa.
    • Resultado: Será mejor que durante un tiempo no tengáis invitados, o se vayan a un hotel a dormir.
  • ¡Vaya! Se me ha pasado el verano sin darme cuenta y al final se ha quedado un montón de ropa ahí encima, bueno ya para lo queda no merece la pena guardarla, si en breve me la voy a volver a poner.
    • Resultado: la ropa de temporada se vuelve nuestra mascota y nos acompaña durante gran parte del año.

03 MEZCLA

Como ya hemos dicho el clima no es el mejor aliado para los cambios de temporada, podemos achacarlo al cambio climático para sentirnos mejor, pero no nos engañemos, si todos lo años nos ocurre lo mismo, ¿tal ver nuestra falta de planificación tenga algo que ver?

Ser más de uno no facilita, precisamente nuestro cambio de temporada, multiplicar por uno, dos, tres…viene a complicar nuestra ardua labor.

Ilustrémonos con algunos ejemplos:

  • Veamos…estoy pensado que este año voy a empezar con mi ropa, ya que soy la que tengo más y así me quito lo más gordo primero. Total si los chicos se apañan con cualquier cosa. ¿Será que a ellos no les afecta el calor/frío?
    • Resultado: esta temporada en tu casa, más de uno y de dos van a pasar frío o calor, según toque.
  • Estoy en una disyuntiva, si saco primero la caja de pantalones luego no voy a tener con que conjuntarlos, porque si no recuerdo mal las camisetas y blusas las puse en otra caja junto a los pijamas. Tengo que sacar las dos a la vez, no me queda más remedio.
    • Resultado: o empantano la casa para ir conjuntada o voy a ir con medio cuerpo frío y el otro caliente.
  • No sé que voy a hacer con todos estos pantalones, total quedan un par de semanas de frío y luego va a venir de golpe el calor, estoy por sacar un par de cortos por si acaso. ¿Y si meto ya todos?, es que me va a pasar lo de todos los años, al final todo no me cabe en el armario.
    • Resultado: Recemos porque venga el calor, de lo contrario poco servicio me harán mis pantalones cortos.
  • ¡Ufff se me echó el tiempo encima! creí que en una tarde organizaba la ropa del peque, mejor será que me lleve todo esto a mi habitación y lo deje junto a mi ropa pendiente y a ver si la semana que viene puedo sacar un hueco.
    • Resultado: ni tu peque, ni tú tendréis que poneros, al margen de tener decoración extra en tu habitación durante una buena temporada.

04. FALTA DE DISPONIBILIDAD

A veces nos puede el ansia de tener todo organizado cuanto antes y dejarlo preparado para el verano o para el invierno, dejándonos llevar por el cambio de tiempo o por nuestra falta de disponibilidad para hacer las cosas con calma.

Los planes surgen cuando menos te lo esperas y te das cuenta que no tienes lo que necesitas a mano.

Una vez más, recurramos a situaciones de nuestro día a día para ilustrarlo:

  • Ha sido buena idea empezar con mi ropa, al fin y al cabo soy la que más tengo y ¡que narices! soy la que lo hago todos los años. ¡Ah! que os acaban de decir en el cole que este finde os vais de excursión y como va a hacer calor necesitáis los pantalones cortos.
    • Resultado: O tu hijo se pierde la excursión o te pasas la tarde del viernes buscando pantalones cortos.
  • ¡Menudo lío de tiempo! con el calor que hacer, resulta que saco deprisa y corriendo toda tu ropa de verano y encima no te vale nada. ¿Y dices que es mañana la excursión?
    • Resultado: Tu hijo va a la excursión hecho un cromo con una talla menos de pantalón y el ombligo al aire.
  • ¡Madre mía que frío tengo en la cama!, se han desplomado los termómetros de un día para otros, ni me molesto en mirar en el cajón de la cómoda, la semana pasada guardé ya todos los pijamas de manga larga.
    • Resultado: O te congelas o te haces un chal improvisado con la mantita del sofá.
  • ¡En serio nos vamos a la playa! Que genial, pero, ¡uf!, aún no he sacado la ropa de verano. Bueno, no es para tanto me subo a la escalera, abro la tapa de la caja y curioseo lo que haya dentro, total si queda manga por hombro no pasa nada, ya va a llegar el calor para quedarse.
    • Resultado: el calor finalmente no se queda, y las cajas quedan hechas un amasijo de ropa que después harán aún más tedioso el cambio de temporada.

AHORA, LLEGA EL MOMENTO DE PENSAR EN TI

¿TE INDENTIFICAS CON ALGUNA DE ESTAS SITUACIONES?, ¿y CON SUS RESULTADOS?

Hemos querido reflejar en clave de humor las más que posibles situaciones en las que una persona se puede encontrar ante el cambio de ropa de temporada.

En El Caracol pensamos que sólo viendo cuales son nuestros fallos y los resultados que conllevan, podemos encontrar soluciones que nos faciliten el cambio de temporada y no lo hagan tan tedioso y complicado.

En nuestra siguiente entrada y de acuerdo a todos estas situaciones que os hemos expuesto, vamos a intentar delimitar un método que sea fácil, práctico y que no robe demasiado tiempo.

Para terminar recordad que para El Caracol Organizado no hay método único, ni infalible, pues dependerá de cada persona.

Por eso trabajaremos hombro a hombro, nosotras os daremos ideas, fruto de los fallos que en esta entrada hemos visto y será labor vuestra, para que llegue a buen término los cambios de temporada, adaptarlas a vuestras propias necesidades.

RECORDAD TENER SIEMPRE EN CUENTA A LA HORA DE PLANIFICAR VUESTRA ORGANIZACIÓN:

TIEMPO, PERSONALIDAD Y CIRCUNSTANCIAS DEL CONTEXTO EN EL QUE ESTEIS VIVENDO AHORA.

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