¿POR QUÉ BASAR NUESTRA ORGANIZACIÓN DEL ARMARIO EN PERCHAS?

Hablar de perchas es hablar de espacio, orden, pulcritud y tiempo.

Las perchas nos permiten entender la organización de un modo práctico, sencillo y sobre todo real.

En esta entrada queremos explicaros de manera breve y concisa por qué la percha es un elemento clave en la organización de nuestra ropa, y todo ello acompañado de ejemplos prácticos, que nos ayuden a entender nuestra argumentación y sobre todo, con los que nos podamos sentir plenamente identificados.

El otro día comiendo con unos amigos, hablaba de las muchas cualidades de las perchas, cuando con una lógica aplastante, alguien me rebatió mi argumentación sentenciando: ¨donde caben dieciséis prendas, lo mires por donde lo mires, caben dieciséis prendas¨

El planteamiento es bueno y a priori cierto, ya que podemos pensar que siempre cabe una prenda más, pero…¿a costa de qué?…¡exacto! de amontonar las prendas para hacer más hueco. El resultado será desastroso para nuestra organización y por tanto, el razonamiento como he comenzado diciendo, podría ser acertado.

Ahora bien,

¿Qué os parece si intentamos rebatir el argumento inclinando la balanza a favor de la ropa colgada en perchas?

Es claro, que el número de ropa doblada aumenta de forma sustancial si optamos por doblarla de forma vertical, en lugar de horizontal.

Haced la prueba:

La ropa doblada en horizontal (una encima de otra) pesa y por tanto, genera arrugas. Si somos expertos en doblar la ropa, ¡adelante! podremos amontonar más ropa pero eso implica tiempo y maña. Rectifico: tiempo, maña y ganas.

Si esa ropa la doblamos de forma vertical podemos aumentar el número de prendas pero necesitamos: una balda ancha, una caja o soporte donde meter las prendas y una buena técnica para doblarlas, así que nos remitimos al párrafo anterior: tiempo, maña, ganas y le añadimos: el material necesario para contenerlas.

¿Y si guardamos la ropa en perchas?

  • Aumentamos el número de prendas a guardar: para ello será necesario elegir el tipo de percha más adecuado. Cuanto más fina (que no endeble) más prendas cabrán.
  • Maña: No es necesario desarrollar una técnica de la Nasa para colgar nuestras prendas en las perchas. Basta un poquito de sentido de sentido común para que la ropa case en la percha a la perfección.
  • Ahorramos tiempo: Colgar nuestra ropa en perchas no nos llevará más de un minuto.
  • Material: Si bien es cierto que organizar la mayoría de nuestras prendas en ropa supone un desembolso económico mínimo, también lo es que se trata de un material barato y de fácil adquisición.

Ahora ha llegado el momento de llevar a la práctica este razonamiento:

Para ello necesitamos diez prendas (por ejemplo camisetas), un cronometro, una caja de almacenamiento y diez perchas.

PRUEBA DE TIEMPO

1 Poned el cronómetro en marcha

A) Doblad las camisetas y después colocadlas una encima de otra, en una balda del armario.

B) Doblad las camisetas de forma vertical, introducidlas dentro de la caja que hayáis elegido para contenerlas.

C) Colgad las camisetas en las perchas y colocadlas dentro del armario.

PRUEBA ORGANIZACIÓN PRÁCTICA

Coged una de las camisetas que estén en medio del resto, tanto de las dobladas como de las colgadas.

PRUEBA ESTADO DE LA PRENDA

Poneros la camiseta y comprobad el estado de la misma.

(Para que el experimento sea útil tenemos que dejar un tiempo entre el momento del guardado y las dos prácticas posteriores, ya que si lo hacemos al momento no se apreciará el estado real de la prenda).

AHORA, CONTESTAD A ESTAS PREGUNTAS

  • ¿Cuánto tiempo habéis tardado en guardar y coger la camiseta?
  • ¿Cómo han quedado el resto de camisetas al coger una de entremedias del resto?
  • ¿Cuál es el estado de la prenda cuando nos la hemos puesto?, ¿Tiene muchas arrugas?

PRUEBAS CON DIFICULTAD

AÑADAMOS VARIAS DIFICULTADES A NUESTRO RETO PARA COMPROBAR LOS RESULTADOS

  • Volver cansados del trabajo y tener que guardar la prenda.
  • Llegar tarde a una cita y tener que coger la camiseta que está entremedias.
  • Que sea tu hijo de siete años o tu hija de quince, quien tiene que guardar la camiseta o cogerla por la mañana.
  • Que la plancha no sea lo tuyo y las arrugas te miren con mala cara desde al prenda
  • Que el hueco para colocar las camisetas sea pequeño y tengas mil cosas más que guardar en el armario.

Después de esta prueba será cada persona quien decida cual es el método de guardar, en este caso camisetas, que más se ajusta a sus necesidades.

A veces cuando llevamos a la practica nuestras ideas de organización es como mejor podemos comprobar la efectividad de las mismas.

Por último, un pequeño consejo del caracol:

En el caso de las camisetas nos bastará con perchas finas (nada gruesas) y a ser posible rugosas para que no se escurra la prenda.

El optar por perchas finas nos proporcionará una mayor capacidad de almacenaje, aunque recordad que hay un límite y no podéis exceder en el número de prendas, para que no queden almacenadas de cualquier manera, arrugándose fácilmente y dificultando su acceso.

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